
El poder del 3D para Materiales de punto de venta POSM
En el vertiginoso mundo del retail, los Materiales para el Punto de Venta (MPV) son cruciales para captar la atención
La visualización ha sido siempre una herramienta fundamental en el diseño y la comercialización de productos, especialmente aquellos de naturaleza espacial como muebles y proyectos arquitectónicos. Permite a los creadores comunicar su visión y a los clientes comprender lo que están adquiriendo. Sin embargo, la llegada de la visualización 3D ha elevado esta capacidad a un nivel sin precedentes, ofreciendo una serie de ventajas significativas sobre los métodos tradicionales como la fotografía.
Uno de los mayores poderes de la visualización 3D reside en su capacidad para crear modelos de referencia robustos y versátiles. Un modelo 3D bien construido de una pieza de mobiliario o un edificio no es solo una imagen; es un activo digital que encapsula todas las características geométricas, materiales y espaciales del objeto.
La verdadera revolución, sin embargo, se manifiesta al armar catálogos. Tradicionalmente, crear un catálogo visualmente rico para muebles o proyectos arquitectónicos implicaba sesiones fotográficas elaboradas y costosas. Cada pieza de mobiliario, cada variante de color, material o configuración, a menudo requería ser físicamente producida, transportada a un estudio o locación escenificada, iluminada profesionalmente y fotografiada desde múltiples ángulos.
Además de las eficiencias en tiempo y costo, los catálogos 3D ofrecen interactividad. Los clientes no solo ven imágenes estáticas, sino que a menudo pueden rotar el modelo, hacer zoom en detalles, cambiar acabados en tiempo real o incluso colocar virtualmente el mueble en su propia casa usando RA. Esto enriquece la experiencia del cliente y puede aumentar las tasas de conversión.
En resumen, el poder de la visualización 3D, especialmente al crear un modelo de referencia central, transforma la forma en que se diseñan, presentan y venden muebles y proyectos arquitectónicos. Permite construir catálogos visuales de manera más rápida, económica y flexible que la fotografía tradicional, a la vez que abre la puerta a experiencias de cliente más ricas e interactivas. Es una herramienta indispensable en la era digital para cualquier empresa que busque optimizar sus procesos de diseño y comercialización.
Reduce drásticamente el tiempo y los costos asociados a la fotografía tradicional (que requiere producción física y re-sesiones para variantes), facilitando la creación rápida y económica de múltiples renders y variaciones de productos, y ofreciendo además la posibilidad de experiencias interactivas para el cliente.
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